La importancia de una alimentación balanceada
Una dieta equilibrada es fundamental para mantener una buena salud y prevenir enfermedades. No se trata de restricciones estrictas, sino de aprender a elegir bien los alimentos.
Los especialistas recomiendan incluir diariamente frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables. Estos aportan los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.
Por el contrario, el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, altos en azúcares y grasas saturadas, aumenta el riesgo de obesidad, diabetes y problemas cardíacos.
Una alimentación balanceada también mejora la energía y la concentración, lo que repercute en el desempeño académico y laboral.
Pequeños cambios como reemplazar bebidas azucaradas por agua, elegir porciones moderadas y aumentar el consumo de vegetales pueden marcar una gran diferencia en la salud a largo plazo.