“31 Minutos” sigue vigente, llega a Tiny Desk y conecta generaciones
La banda chilena de marionetas 31 Minutos, que debutó hace 23 años en televisión nacional, ha demostrado que su creatividad e identidad siguen siendo relevantes. Recientemente se presentó en el famoso programa Tiny Desk de NPR en Washington, lo que le permitió llegar a nuevas audiencias. En solo tres días, el video sumó cerca de seis millones de vistas en YouTube, lo que muestra cómo un proyecto con raíces locales puede tener resonancia global si su contenido sigue siendo auténtico. El País
Para sus creadores, como Álvaro Díaz, el reto ha sido reinventarse sin perder la esencia del humor, la crítica social velada, la música y el mensaje educativo. Aunque las marionetas y el formato infantil‐humorístico podrían parecer limitantes, 31 Minutos ha logrado trascender generaciones: los que crecieron viéndolo lo comparten ahora con sus hijos, manteniendo una vigencia poco común en medios nacionales. El País
El hecho de que sean invitados internacionales y que tengan una producción aceptada en espacios como Tiny Desk abre oportunidades de colaboración, producción musical, presentación en vivo, streaming, etc. También refuerza la idea de que no todo lo que es “local” carece de proyección internacional; al contrario, su identidad cultural puede ser su ventaja. El País
Además, esto ocurre en un momento en que la cultura chilena enfrenta desafíos: financiamiento, espacios para la exhibición, diversidad de contenidos, y visibilidad en mercados saturados de producciones extranjeras. Que 31 Minutos logre destacarse internacionalmente funciona como un modelo y fuente de inspiración para otros creadores que buscan mantener su autenticidad mientras navegan el mercado global. El País
También hay un componente nostálgico fuerte: quienes vieron los primeros episodios de televisión recuerdan a 31 Minutos como parte de su infancia, y los guiños al pasado conviven con producciones actuales, nuevos formatos, giras, colaboraciones musicales. Esa mezcla de lo antiguo y lo nuevo aporta riqueza, permite reconciliar generaciones, y posiciona el proyecto no solo en lo cultural, sino como fenómeno social. El País
En definitiva, “31 Minutos” no es sólo un programa infantil ni un show humorístico: es un puente cultural, un referente de identidad local, y un ejemplo de cómo el arte y la cultura pueden adaptarse y seguir impactando en un país cambiante, con nuevas tecnologías, audiencias exigentes, y una globalización que ofrece retos y oportunidades al mismo tiempo.